Conozco al padre de Liz desde mi infancia, militar y bebedor dominguero; todo un mal trago, temible en los años ochenta. Su hija es su adoración; siempre se comunica con ella desde el exterior y en cuanto puede viene a visitarla. Aparentemente tuvo una infancia feliz, pero nada es lo que parece. La vida esta llena de desaciertos e infortunios que decidimos callar y no contar a nadie.
No voy a negar que he realizado propuestas indecentes a Liz, ella ha sabido barajar muy bien mi escasa habilidad para "flirtear". Nos comunicamos de vez en cuando por las redes sociales y siempre es encantador entablar una conversación con ella. Es atrapante, dulce, sarcástica, cruel, directa para decir las cosas, te deja con esa sensación de querer ir por más con ella. Su manera inhibida de conversar me ha llevado a confesarle algunas de mis andanzas que no me atrevería a contarle a cualquier persona, ella ahora sabe más de mi que mi propia esposa. Me amenaza con cobrarme sus honorarios, cada vez que le pido psicoanalizar alguna situación personal, le suelo llamar mi psicóloga favorita porque esa es su profesión.
En el pasado, he explorado el mundo del ocultismo y todas esas hierbas de lo oscuro. Ella lo sabe y hemos conversado algunas cosas interesantes que me han sucedido y a ella también. Claro esta que ella me supera en experiencias paranormales. Hace unos meses recibí un mensaje muy intenso, al principio creí que era una de esas cadenas estúpidas de pensamientos bonitos que la gente comparte por messenger; pero a medida que fui leyendo la piel se me fue erizando hasta que me quebré en llanto.
La vida parece un barco atado en un puerto , esperando a aquellos que juraron estar contigo en los momentos difíciles. Pero cuando las tormentas llegan todos temen acompañarte porque el océano es inestable y poco seguro. No se sabe que te espera mas adelante y en ese punto te das cuenta que tenes dos opciones:
1- Quedarte y hundirte con el barco
2- Zarpar solo
Ambas opciones duelen, porque nadie te acompaña. La gente solo esta contigo en los momentos felices, pero nunca en los momentos en los que el final de la vida suele ser la opción mas fácil.
Eran pasadas las diez de la noche, dormía a mis hijas cantándoles canciones de cuna; al leer aquello tan desgarrador no pude seguir haciéndolo. Me había quedado sorprendido e intuía algo peor.
Así fue mi día hoy, así se sintió. Vos apoyas y comprendes, pero nadie lo hace por vos. Nadie te entiende, porque a nadie le importas... Alguien me dijo, deja de preocuparte por los demás. Y se que es cierto, por eso me elijo a mi misma mil veces por encima de los demás.
-¿Que te ha pasado mi chiquita? - Le pregunte.
Quizá el barco, un material inerte lleve colores lúgubres, pero al contacto con el agua se llena de vida. Si hay arrecifes, entonces hay vida. La muerte no es el fin de la vida, simplemente es una transformación. si eso es así, deseo morir... Y no se si renacer o quedarme en la muerte, allí tranquila llena de paz, sin complicaciones y resurgir y ser libre. Y dejar todo y a todos para poder vivir mi propia vida.
Puse tres emoticones con cara de sorpresa.
Siempre me inclino por la segunda opción, aunque la primera no deja de ser tentadora y hasta mas agradable. Es difícil optar por renacer cuando la mayor parte de tu vida te has sentido muerta. Todos piensan que estas bien, y a nadie le importas o al menos nunca te lo hacen notar.
Yo solamente alcance a decir WTF
Te sientes como un objeto, un utensilio. Incluso un cajero automático... Una esclava He elegido vivir, siempre lo he hecho. Por orgullo o por lo que sea, porque tengo ganas de vivir; a pesar de todo me elijo a mi. Porque odio darme por vencida, porque una de mis mayores motivaciones es callar la boca de todos aquellos que no creen o no han creído que puedo lograrlo
-Coincido 100% con todo lo que has dicho -Repliqué.
Gracias por leer... Creo que he sido muy honesta en relación a como me siento. Necesitaba expresarselo a alguien y se que puedo hacerlo con vos sin temor a ser juzgada. Hay momentos en los que simplemente ya no puedo, hay muchas cosas que guardo, cosas que nadie se imagina.
- Wow
El marido de Ali, intentó abusar de mi cuando era pequeña... Y un vecino según mis recuerdos infantiles me manoseó, no recuerdo si sucedió algo mas, son cosas que nadie sabe.
- Cuanto lo siento chiquita - Le contesté. Ya caído en llanto.
Por respeto a su intimidad e integridad moral, no voy a contarles detalles del intento de violación y porque cada vez que leo eso maldigo al malnacido que lo hizo y aunque hoy en día esta muerto. Me da rabia por la manera rastrera en que se comportó.
Ayer sucedió algo inusual. Después de varios días de no conversar con Liz, decidí escribirle. Ustedes ya saben, el hola como estas y esas cosas.
-Necesito contactar un medium -Me dijo
-No tenes idea en lo que te podes meter -Le conteste
En conversaciones anteriores ya habíamos hablado temas de ocultismo. Al leer algunos de mis relatos en este foro donde menciono que fui Gnostico, me hizo algunas preguntas al respecto a lo cual sugerí que no se metiera en eso porque es una total falacia.
-¡Porque insistís en lo metafísico? -Le pregunte
-Curiosidad, por cosas que me pasan -Contesto ella
-¿Que cosas te pasan? -Pregunte
-Se me aparecen y desaparecen personas o espectros, sueño cosas extrañas, presiento cosas que pueden suceder y suceden, me siento angustiada como que esas cosas me atormentan y quiero respuestas.
Reconozco que me dio mucha curiosidad el caso de Liz, así que decidí sondear en que estriba dicha situación haciéndole algunas preguntas, pero en la medida que las iba haciendo, sentí la extraña sensación de estarme hundiendo en arenas movedizas.
-¿A que edad empezaste a experimentar esas cosas extrañas? -Pregunté
-A los 6 años -Contesto ella- Recuerdo que estaba en la casa de mi tía, no tenia sueño y decidí asomarme por la ventana que da hacia la calle, de repente se me apareció una mujer completamente vestida de blanco, estaba de espaldas con su cabello trenzado hasta las nalgas. En otra ocasión, estando en mi casa, vi a un hombre con camisa blanca y jeans azul parado junto a la puerta de la cocina y en cuestión de parpadear ya no estaba.
-¿Que horas eran? -Le pregunte
-Eran las once de la mañana, pero en otra ocasión, eran como las once de la noche, estaba durmiendo en mi cama y desperté sobresaltada, al abrir mis ojos tenia frente a mi a una mujer vestida de negro con un estampado de rosas rojas grandes. No pude ver su cara, encendí la luz porque pensé que talvez era algún vestido colgado que mi abuela había dejado en mi cuarto, aunque ella no tiene ningún atuendo así; pero al encender la luz, no había nadie ni nada frente al ropero.
-¿Como es que era de noche y lograste distinguir colores? -Espeté
-Mi cuarto tiene una ventana que permite que la luz de una lampara de la calle, entre y se vea con claridad. Hace poco, sucedió que me tocaron la puerta tres veces, pensé que era mi papa porque había venido a visitarnos. Antes de abrir, pregunte quien era y pude ver en la puerta un rostro como trasparente acuoso o gelatinoso que me sonreía, aquello me causo un poco de temor pero luego desapareció.
- Se que vas a pensar que estoy loca, pero en verdad no lo estoy. Se que no estoy loca, esto me aturde, me confunde y me deprime y me quita las ganas de seguir viviendo. Pero se que no estoy loca.
-Realmente no lo estas -Le asegure.
-¿Has tenido sueños vividos espeluznantes? -Pregunte con mucha curiosidad
-Si, el mas espeluznante ha sido hace poco, la verdad no se si fue sueño o realmente sucedió ¿Recuerdas que te dije que también puedo desdoblarme? Estaba acostada en mi cama y vi como una sombra entre humo y algo que parecía como una nube con forma humana, se coloco al lado izquierdo de mi y con una voz de mujer muy serena y tranquila sin sonar demoníaco o algo parecido me dijo tres veces: sos mi hija, sos mi hija, sos mi hija. Salí corriendo de mi cuerdo y fui donde mi abuela.
Mientras Liz me escribía estas cosas, sentí una sensación extraña, ella quería respuestas, la sentia angustiada y se me ocurrió sugerirle utilizar un péndulo, para encontrar su SI y su NO. (Cosas que utilizan los ocultistas) y a sabiendas que no es correcto hacer eso, me vi motivado a decirle que haga la prueba con el péndulo, pero mientras le explicaba mis ojos empezaron a lagrimear y lagrimear y me dije ¿estoy llorando? no lo podía creer, en mi había un sentimiento extraño, sabia que no debía hacer aquello, pero aun así decidí hacerlo. Ella me comento que ya había probado lo del péndulo y había encontrado su SI y su NO. Me dijo que no habia tenido valor de preguntar con el péndulo si había alguna entidad demoníaca presente con ella. Me dijo que le aterra saber que hay detrás de todo aquello. Liz me conto otras cosas que por ahora prefiero no comentar, ella ha tenido varias premoniciones de muerte que realmente han sucedido y otras cosas mas que la agobian.
-Sabes, lo del péndulo lo hice una vez y pregunte si alguien me había hecho brujería ¿adivina que recibí de respuesta?... SI Un dia de tantos, me sentia horrible sin ganas de nada me puse de pie a las once de la noche. Yo lloraba a mares y le pedí a Dios que fuera lo que fuera que me estaba pasando que apartara todo lo malo de mi camino, que por favor dejaran ya de molestarme y caí llorando de rodillas pidiéndole a Dios una segunda oportunidad.
Después de eso, han seguido pasando cosas pero ya mas leves, pero siguen pasando, aun hay sueños que me perturban pero ya no siento el deseo de morir y de ya no continuar. Al contrario ahora la vida me parece bella y cada día que pasa veo una oportunidad por lo que estar agradecida. Sin embargo, aun tengo la interrogante de que es lo que me sucede. Porque todas esas cosas me hacen sentir enferma, rara, que no soy normal y siento la necesidad de que alguien me confirme que no estoy loca. Porque en verdad no lo estoy, solo que me suceden cosas que no tengo ninguna explicación . Ya no quiero seguir hablando de esto.
***
Dos horas mas tarde....
- Discúlpame por cortar la conversación. No podía contener mis lagrimas y en la oficina había alguien presente y no quería que se diera cuenta que algo me pasaba. -Me escribió al Whatsup
Me quede sorprendido porque en ese preciso momento yo también estaba lagrimeando mucho, fue como haber llorado sin sentido y sin saberlo porque mi mente estaba concentrada en lo que me contaba y no en como yo me pudiera sentir.
Para serles honesto. No tengo idea como enfrentar este caso. Le tengo mucho aprecio a Liz, vaya que disfruto conversando con ella pero esas cosas que la agobian tambien han empezado a producirme temor. Hoy mientras me duchaba sentí miedo y eso no me estaba ocurriendo, tengo el presentimiento que ese algo que la atormenta, puede llegar a mi.
Que el Señor mi Dios me guarde de todo mal.
FIN
