Pues hablando de situaciones que no cambian y parecieran ser que no lo harán, un día de estos me decidí a comprender un poco mas la situación del país, así que pensé que para conocer un poco de historia de El Salvador era importante conocer el pasado de Centro América, buscando vídeos en youtube de la guerra de El Salvador me tope con un canal con una inmensa recopilación de vídeos acerca del país de su pasado y presente político y económico, mas que todo político, entre esos vídeos encontré uno que comienza el relato antes de la construcción del canal de Panamá osea a principios del siglo XX, lo interesante de esos vídeos es ver como desde esas épocas ya las políticas que habían en los países de C.A. ya eran manoseadas por poderes extranjeros, mientras el pueblo igual que en estos días con la cabeza abajo.
De ahí un día de estos platicando con un señor que según sus estudios él es Lic. en historia salvadoreña, después de varias platicas con el llegue a una conclusión, es que después de la dichosa independencia de la Capitanía General de Guatemala, pues no paso nada en pro de la clase pobre o media de esa época, ( aquí es donde radica mi punto, que mas adelante lo explico) no tuvieron acceso a educarse, ni a la salud, esa gente continuo siendo gente trabajadora pero sin un desarrollo que le permitiera salir adelante en la sociedad ni ayudar a esta, así de simple la clase alta y de poder en realidad desde esas épocas jamas hicieron algo por promover la evolución de la sociedad salvadoreña, este cuadro se a repetido décadas tras décadas, es un patrón cultural que ha sido heredado, y a eso sumarle la gente extranjera que a principios de siglo vino al país a hacer sus negocios que se adherio a ese patrón ( prácticamente descendientes de gentes extranjeras dominan el país) , mi punto es que lo mismo que en el pasado sucedió sigue sucediendo, la opresión sigue solo que diferente forma, pero la tónica es la misma.
Me gusta imaginar si desde el siglo 18 las cosas hubieran sido distintas quizá ahora estuviéramos muy bien; pero como no es así, pienso que para arrancar esos patrones de raíz hay que ser radical, desde la forma de pensar, actuar y educar a la población, comenzando por uno mismo. No se trata de ser extremista pero si en el mundo hay países en donde han llegado vivir con cierta serenidad y tranquilidad, creo que no es imposible que algún día El Salvador pueda estar en esa categoría de países, pero mientras es necesario ir bajando de las nubes a esos que simplemente les conviene tener a la gente con su cucharada de sopa de pito día con día para seguir haciendo de las suyas.