El CIFCO debería convertirse en hospital de campaña.
De acuerdo con el Ministerio de Salud, los hospitales que están atendiendo los casos graves o críticos de COVID-19 están por colapsar; entre ellos, San Rafael, de Santa Tecla, y el Rosales en San Salvador. Esto sucede en momentos que los casos de coronavirus aumentan de forma considerable.
Ya lo expresábamos en el editorial del miércoles pasado, El Salvador tiene cifras arriba de los cien casos diarios desde principio del mes. El miércoles, por ejemplo, los casos detectados fueron 134, y esto que las pruebas no se las hacen a todos; es decir, no se hacen de forma masiva.
Y estos casos, como decía el ministro de Salud, Francisco Alabí, se han contagiado en el periodo de la cuarentena. El ministro, responsablemente, desliga los altos casos de COVID-19 a la apertura económica controlada, iniciada el 16 de junio, en su primera fase, que durará 21 días.
No obstante, Alabi advierte que los contagios en el marco de la apertura económica se conocerán dentro de dos semanas. Esta proyección o previsión es importante, porque la gente que está ya en la vida productiva tiene que hacer un doble esfuerzo para no contagiarse ni contagiar a los suyos al regresar a casa.
«Estamos en plena Fase 3 del contagio y en Fase 1 de reapertura económica. Estos tiempos no deberían ser compatibles, pero es lo que tenemos que enfrentar. Es imperativo que las fases, reglas, cronogramas y medidas se sigan al pie de la letra, en esta y en las demás fases, para evitar un desborde de nuestro sistema de salud. Debemos recordar que la responsabilidad individual es vital, en estos momentos», dijo el presidente Nayib Bukele, la noche del miércoles a través de su cuenta de Twitter.
El 17 de junio, El Salvador informaba de 4,200 casos confirmados, de los cuales 1,883 son activos, hay 82 fallecidos y 2,235 personas han superado la enfermedad.
Este dato, entonces, es suficiente, no para alarmarse sino para tener claro que los únicos responsables de no contagiarse y contagiar a otros es cada uno de las y los salvadoreños que, por necesidad propia o del país, se han incorporado a las actividades productivas.
Es de lamentar que no haya una campaña del Gobierno, en primer lugar, que esté recordando a los salvadoreños las medidas a tomar rumbo al trabajo, en el trabajo y de regreso a casa.
Esperemos que las empresas que han iniciado labores hagan lo suyo, porque este pueblo necesita orientación permanente y así como el trabajador necesita ganarse el pan diario de cada día, el empresario también necesita del trabajador para que le produzca los bienes.
Creemos que el país, por la información oficial que se difunde, no está preparado para enfrentar los casos graves de contagios, si la tendencia de casos detectados se mantiene o si, dentro de dos semanas, se llegaran a duplicar.
El presidente Bukele debe pensar en un hospital de campaña para esta tercera etapa, y para ello hay que prepararse. Y es que, apostarle al hospital “más cool de Latinoamérica”, como es una de las grandes aspiraciones del presidente Bukele en esta pandemia, no debe ser la principal apuesta.
Más bien, parte de los setenta o cien millones que costará ese hospital debería utilizarse para preparar dos o tres pabellones más del CIFCO en calidad de hospital de campaña, para atender más casos, si es que en efecto hay un desborde en los hospitales nacionales preparados para tal fin.
Por cierto, no se entiende las mejoras que se le hicieron a los hospitales de Tecoluca o Jiquilisco, en el sentido de si fueron construidos para atender pacientes de COVID-19 o para qué y, si es así, cuántos pacientes están atendiendo en cada uno de esos dos que tanto se mencionan en la propaganda, así como en otros lugares. Hasta hoy, por la información oficial no se sabe si las camas ya están siendo ocupadas.
Pero, independientemente de que haya cupos o no en los hospitales remodelados, es necesario que el sistema de salud se prepare para más contagios graves, y el hospital del CIFCO -en construcción- no estará listo ni en dos ni tres ni cuatro semanas, cuando aparezcan los nuevos casos producto de la vuelta a la vida productiva.
El domingo próximo, según lo anunció el presidente Bukele, se inaugurará la primera fase del CIFCO, lo que sin lugar a dudas será un alivio para el sistema de salud, pero es necesario que se siga preparando para ofrecer la infraestructura básica para atender un contagio masivo, entendido esto como casos graves o críticos, producto del nuevo momento que vive el país, y esa infraestructura básica lo puede dar un nuevo hospital de campaña, por eso creemos que el CIFCO debe ser el lugar ideal, para ello, si es preciso utilizar fondos de la tercera fase de las construcciones en el CIFCO.
Colatino.com
Si ese hospital hubiera sido prioridad se hubiera evitado el colapso en los hospitales ya que para eso eran los de campaña pero se han gastado bastante dinero y mas que todo en propaganda y aparte se han pagado mas de 1.1 millones mas por ese hoyo y el ministro de obras publicas se niega a dar declaraciones.
Pediatras del ISSS son obligados a atender a adultos con COVID-19
Médicos del Hospital General afirman que les comunicaron esa decisión, tomada ante el colapso de los hospitales por la demanda de casos del nuevo coronavirus.
El colapso de los hospitales por la pandemia de COVID-19 ha provocado que pediatras del Hospital General del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) sean obligados a atender a pacientes con la enfermedad, algo que genera preocupación entre los especialistas.
Personal de ese sanatorio confirmó que, por órdenes de las autoridades del ISSS, el centro hospitalario será utilizado solo para pacientes con coronavirus, y que los pediatras serán llamados por turnos a “supervisar” pacientes en estado crítico.
La fuente detalló que los médicos que no quieran atender dicho llamado no podrán realizar sus turnos habituales en la Unidad de Pediatría. Agregó que aún no han recibido una notificación por escrito, pero sí se los han comunicado de forma verbal.
De acuerdo con especialistas en la rama de pediatría, esta decisión pondría en riesgo a los adultos enfermos con coronavirus, pues los pediatras no están del todo facultados para atender dichos casos.
Anoche, luego de conocer la denuncia, se buscó contactar a la jefatura de Comunicaciones del ISSS, a su teléfono celular, pero no hubo respuesta.
A juicio del pediatra Rodrigo Simán, es un error que estos especialistas traten a pacientes adultos, ya que en estos hay dolencias que no son frecuentes en niños. “Los adultos tienen condiciones de base diferentes a los niños. En los niños casi no vemos hipertensos, casi no vemos diabéticos. Los pediatras no están capacitados para ver adultos”, dijo el también vicepresidente de la Asociación de Pediatría de El Salvador.
Es más, sostuvo que se pone en riesgo a los niños, que al estar asintomáticos también se convertirían en fuentes de contagio en adultos mayores. “Principalmente se está poniendo en riesgo al adulto… Es como que pongan a ver un médico internista a ver niños, no están capacitados”, manifestó el especialista.
Tanto Simán como el infectólogo pediatra, Mario Gamero, coincidieron que esta decisión del ISSS deja de manifiesto que hay un desorden dentro de la institución.
“Eso ya sería un desorden. No es lo mismo estar atendiendo adultos y niños aparte. Los dos usan dosis distintas. No parece ser conveniente eso. El equipo médico (de pediatría) no es el que se utiliza para los adultos, son totalmente diferentes”, remarcó Gamero.
Salud confirma colapso hospitalario
El Ministro de Salud, Francisco Alabí, confirmó ayer que el sistema hospitalario se encuentra colapsado, incluso tras la apertura de cuatro hospitales temporales que no están capacitados para atender a pacientes en estado crítico.
Esto reafirma lo que denunciaron directores y sindicatos de los hospitales Rosales y San Rafael, quienes aseguraron que ambos centros ya no dan abasto. De hecho, familiares confirmaron que el jefe de vigilancia de el Rosales falleció ayer por coronavirus.
“Estamos en una situación bastante complicada en la que el sistema de salud se encuentra al límite”, expresó el funcionario.
De acuerdo con el ministro, los hospitales temporales han servido para atender casos, sin embargo los mismos no están en la capacidad de atender pacientes críticos de la enfermedad.
El Gobierno advirtió en redes sociales que han habilitado 1,413 camas para atender el COVID-19, pero no todas son para cuidados intensivos. Eso sí, Salud no ha detallado si estos centros también están colapsados, pues las imágenes de las camas vacías mostradas por el Gobierno contrastan con el colapso del sistema anunciado por Alabí.
Uno de esos nuevos hospitales es el Exhotel Siesta, ahora denominado Hospital La Ceiba. En la administración anterior, dicho centro iba a ser para especialidades pediátricas, pero se desistió de la idea por no contar con la infraestructura adecuada.
“El Gobierno anterior lo adquirió para hospital pediátrico, pero necesitaba muchas remodelaciones y no lo pudieron hacer. Para COVID-19 podría funcionar si no son casos graves o críticos”, dijo la infectóloga pediatra Lourdes Dueñas.
El médico intensivista Víctor Segura coincidió en que ese hospital puede ser utilizado sólo para casos menos graves.
“Yo tengo entendido que ese hospital lo tienen abierto desde hace unos días y el que está pendiente de abrir es (el de) Cifco. La Ceiba, que yo sepa, no tiene Cuidados Intensivos, lo que podría aminorar un poco es en los pacientes asegurados, en los casos leves que requieren oxígeno, pero los casos críticos con ventilación mecánica definitivamente que no”, aseveró.
Alabí confirmó que el hospital de Jiquilisco es para la atención de pacientes en estado leve o moderado. Los otros hospitales son el de Tecoluca y el de la Segunda Brigada.
El ministro, además, señaló que la primera etapa del hospital de Cifco podría ser inaugurada en las próximas semana, pero advirtió que no será “la solución” contra la pandemia.
“Necesitamos atención médica especializada que requiere un tiempo de intervención mayor. El hospital Cifco esperamos que se inaugure en las próximas semanas. No quiere decir que va a ser la solución, será de gran apoyo pero no será la solución”, afirmó.
A juicio del ministro, ningún sistema en el mundo está preparado para dar abastos ante el coronavirus. “En la pandemia ningún sistema puede dar abasto en el manejo de pacientes si no existe un control en ese contagio. Hay que moderarlo para que el sistema de salud pueda dar atención a estos pacientes”, manifestó.
Agregó que no se trata de “aperturar camas” y “aperturar cuidados intensivos”, sino de “comprender que debemos de cortar la transmisión y para eso debemos tomar acciones relacionadas a la no exposición”.
Como forma de prever el colapso que atraviesa el sistema de salud, varios intensivistas se ofrecieron, antes de que se detectara el primer caso de coronvirus en el país, a capacitar a personal médico, el cual ahora ya está atendiendo los casos críticos en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).
El médico Fausto Portillo, quien cuenta con un posgrado de Cuidados Intensivos en el País Vasco, fue uno de los que se ofreció a dar capacitaciones de uno o dos meses, pero confirmó que hasta la fecha no ha tenido respuesta del Gobierno. Aunque, no descartó que otros intensivistas estén dando ese apoyo al Ministerio de Salud.
EDH.