unas trillizas acaban de casarse, hubo un gran festin y se llego la hora de celebrar en la intimidad, como no se fueron de luna de miel; cada cual se quedo con su feliz esposo en sus cuartos.
La madre de estas, quien siempre estuvo al cuidado de ellas y muy al pendiente, pues decidio a media noche darse una vueltesita por las habitaciones para serciorarse si estaban disfrutando su "noche buena"; p
ues era tradicion en la familia que habia que disfrutar la vida desde el primer dia.
Llego donde la primera y pego el oido a la puerta.. se escuchaba..Ahhhh Ahhhh Ahhhh Ohhh Ohhh Ohhh mmmm
Con una leve sonrisa fue a la siguiente puerta... esta vez escucho... Siiiii Siiiiiiii Nooooo Nooooo mmmmmmm yeaaahhhh. Dando aval a lo que averiguaba fue a la ultima puerta.. pego el oido y no escucho nada.. insistio un par de veces y no escucho nada.
Al dia siguiente, cuando sus hijas bajaron a desayunar, la madre muy inquieta con sus hijas les dijo lo siguiente: Sarita, se ve que vas a ser muy feliz hija, sigue asi y tu merido siempre senara en casa, tu Julia me haces recordar mis biejos tiempos, te pareces a tu madre chinguenguenchona.. Pero tu Debora... me has decepcionado hija.. no escuche tu felicidad anoche... acaso eres muda???
- Hay mami, usted siempre nos ha enseñado que no hablemos con la voca llena