Son tres científicos que van a realizar un experimento para comprobar que le sucede a un cerdo si esta un año sin hacer sus necesidades. Para ello le colocan un tapón de corcho bien grande en el culo y lo comienzan a atiborrar de comida. Van pasando los días y el cerdo sigue y sigue engordando. Los científicos, ya llegado el sexto mes, deciden entrenar a un mono para que llegado el momento, le quite el tapón al cerdo. Tras arduos esfuerzos logran que el mono (entrenándose con un cerdito de peluche) acate y ejecute las ordenes que los tres científicos le dan. En esto que el cerdo ya casi no cabe en el laboratorio cuando se cumple el año y deciden acabar ya el experimento. Llevan al cerdo en un gran camión y ayudados por una grúa lo dejan en mitad de un enorme prado. El primer científico se sitúa a 100 metros del cerdo, mientras que los otros dos compañeros son más precavidos y se colocan a 500 y 1000 metros respectivamente. Por supuesto todos ellos se visten con trajes especiales y escafandras de seguridad y botellas de oxígeno. Recuerden que no saben lo que puede pasar. En esto, el científico que más cerca está del cerdo le da la orden al mono: - Chita, quítale el tapón!!! El mono se acerca tembloroso a la gran masa porcina con cara de estreñimiento absoluta y le quita el tapón: PLOOFFFFPAAAFPUMMMMMMMFFFFSSSSSSSS...... y tras cinco minutos todavía resonaba el estruendo.... Cuando la espesa niebla fétida se disipa podemos ver al científico que más lejos estaba, buscando a sus compañeros. La mi$$rda le llegaba por lo tobillos. "¿Compañeros dónde están?" Mientras avanza hacia el epicentro de la catástrofe vislumbra a otro de los científicos. La mi$$rda les llegaba por la cintura. C1: ¿Estás bien? C2: Sí C1: ¿Y que ha sido de...? C3: EEEEOOOOOOO!!!! C1 y C2: Está vivo!! En la lejanía se podía apreciar la figura del tercer científico, nadando entre la mi$$rda y desternillándose de risa. Los otros dos científicos se le acercan nadando y le preguntan extrañados: - ¿Pero... de que te reís? A lo que el científico, todavía muerto de la risa les contesta: - Tenían que haber visto la cara del mono, intentando ponerle de nuevo el tapón al cerdo.