Al mando del Capitán Moncho, el "Empanado" navega por aguas cristalinas. La expedición busca estudiar a una variedad de escualo hasta ahora poco conocida. Se trata del tiburón petero de las Antillas.
Este extraño ser suele acercarse a otros habitantes del mar, les propone practicarles sexo oral y les aclara
"Mirá que meto los dientes para adentro, no te lastimo, no te lastimo". Si el incauto acompañante acepta, el tiburón comienza su tarea. Pero en muchas ocasiones, a causa del entusiasmo, el escualo se descuida, despliega sus dientes y secciona el pene ajeno.
Esto provoca que no pocas especies se encuentren en vías de extinción en las Antillas a causa de las escacez de machos con miembro, ya que muchos han sido víctimas de la inconmensurable "miembrofilia" del tiburón petero. La misión del Empanado es reunir información sobre este extraño ser.
- Capitán, detectamos turbulencias en las profundidades - informa Chichilo.
- Echen el ancla y que bajen dos buzos - ordena Moncho.
Media hora después, dos hombres descienden. Encuentran un espectáculo que nunca imaginaron: cinco tiburones peteros están en plena orgía junto a numerosos animales marinos. De repente, uno de los tiburones detecta a los buzos y les guiña un ojo. "Vámonos" le dice uno de los hombres al otro con un gesto. Ambos comienzan su retorno al Empanado cuando notan que un tiburón los sigue. Afortunadamente no los alcanza y llegan sanos a la superficie.
Al rato, el barco es rodeado por escualos que, cada tanto, emergen y miran a los marineros con aspecto goloso.
"S.O.S. Nuestros miembros peligran" es el mensaje que envía Moncho a quien pudiera recibirlo...... Es el último mensaje que se conoce del Empanado...
