Un tipo ha estado invitando a la señorita más bonita de la ciudad para que salga con él y, finalmente, ella acepta. La lleva a cenar a un restaurante muy fino y caro, la invita a unas copas antes y con un vino caro en la cena.
Luego van al cine a ver la película que ella seleccionó.
Camino de regreso el tipo se estaciona a un costado, en una zona desierta del camino.
Comienzan los besuqueos y manoseos y el tipo está bastante excitado. Se estira para meterle mano por debajo de la faldita, pero ella lo detiene diciéndole que es virgen y que quiere permanecer así.
Bueno, está bien, dice él ¿Y que tal una chupada?
EEEEyyyyyyeeeewwwwwww! aaaghhh grita ella. No me voy a meter esa cosa en la boca.
Está bien, está bien, pero ¿Qué tal con las manos?"
Nunca hice eso, ¿qué debo hacer?
Bueno, contesta el galán. Recuerdas cuando eras una niñita y sacudías una botella de Coca-Cola para luego mojar a tu hermanito?
Ella asiente con la cabeza.
Bueno, es igual dice él.
Así que saca su pene del pantalón, ella lo agarra y empieza a sacudirlo.
Luego de un ratito, la cabeza del tipo cae sobre el apoya cabeza del asiento, sus ojos se dan vuelta, le sale cera de las orejas, lágrimas de los ojos, moco por la nariz y aúlla como desaforado.
Por favor, ¿Qué pasa? Grita ella aterrada.
¡Quita el pulgar de la punta!