> Cuando tu pareja de décadas está en su lecho de muerte en un hospital, solo dejan entrar a un familiar o al esposo/a.
Es bien yuca que tu pareja de décadas esté muriendo solo/a en una cama en el hospital mientras no te dejan entrar porque "ustedes ante la ley son amiguitos/as"
> Al momento de suceder (herencia/legado), se llama al cónyuge para que los bienes sean transmitidos a él/ella.
Es yuca haber vivido décadas con la misma persona que amás, para que luego uno muera y el otro quede en la calle porque no pudo heredar nada.
Etc. etc. etc.
El matrimonio no se trata de sexo.
Para el montón de vírgenes aquí que claramente no saben: Se puede tener sexo sin estar casados.
El matrimonio se trata pues, de otras cosas.
Le ayuda al país en el sentido que esas miles de personas que son eternas minorías, son tus compatriotas. Por ende si, le ayuda al país, porque ellos y ellas son igual de salvadoreños que tú y también deben tener derechos ante la ley.
No es el tema MÁS importante en éste país, pero eso no significa que no sea importante.
El link que dio el OP está mal comprendido pero pues, así es la vida. Ojalá algún día nuestro país se ponga al tanto en tema de Derechos Humanos como ya lo hicieron muchísimos países hace años.
Yo apoyo al Chucho, no estas hablando de hormigas o extraterrestres;
estas hablando de personas, de seres humanos que como vos o tus familiares,
siente, respiran, comen al menos dos veces al dia o tres si alcanza, gente que estudió,
que trabaja, que se gana la vida, que es alguien.
En esa perspectiva: al contraer matriomonio pero no podes procrear el paso
lógico sería adoptar, y podrian darle techo, salud, educación y vestimenta a otro salvadoreño
para que no ande en la calle y te vaya a poner a VOS y te saque las tripas por un celular
de $50... Y que por el contrario eventualmente se convierta en una persona de provecho.
Y asi estaría solventando una carencia que dejó la guerra que ni los gobiernos ni las iglesias
y ni Dios mismo pudo suplir, darle la posibilidad de tener tatas a 3 generaciones
abandonadas, darles valores, que aunque su preferencia es distinta no son mañosos
ni aprovechados ni parásitos de nadie.
Yo crecí viendo a las personas por lo que son, no por sus deciciones, preferencias, colores,
rasgos o creencias. Y creo que partiendo de eso como seres humano merecen respeto, tienen derechos y deberes.