El año pasado se cumplían 200 años del nacimiento de uno de los hombres llamados a cambiar el rumbo de la Historia: Charles Darwin. Hoy, después de tanto tiempo, su trabajo aún sigue sorprendiendo y los estudios que realizó en su tiempo siguen ofreciendo asombrosas aplicaciones de cara a nuestro futuro.
Al menos así piensa el profesor David Catling, de la Universidad de Washington que, analizando los experimentos que Darwin realizó en la isla de Ascensión, afirma que también podrían ser utilizados para convertir Marte en un planeta habitable. Es lo que se denomina "terraformación" y es el proceso que los humanos llevaríamos a cabo en otros planetas, como nuestro vecino rojo, con el objetivo de hacerlos aptos para la vida en ellos.
Pero primero viajemos algunos años atrás en el tiempo y conozcamos esta curiosa historia al completo. Vayámonos a 1836.
En este año, a bordo del HMS Beagle, el joven Charles Darwin se encontraba inmerso en uno de los viaje de descubrimientos más apasionantes de todos los tiempos. Aquella navegación le llevó a visitar numerosas islas, entre ellas, la Isla de Ascensión, un trozo de roca volcánica perdida en medio del océano atlántico. Un desierto en el que apenas llovía y dónde la vegetación era inapreciable.
Allí, el naturalista concibió una idea que llevó a cabo la inestimable ayuda de su amigo botánico Joseph Hooker. Ambos querían comprobar si se podía cambiar aquel desierto por un lugar mucho más acogedor.
Comenzaron a trabajar en 1847, conjuntamente con la Marina Británica. A partir de 1850 comenzaron a enviar a aquella isla todo tipo de plantas, arbustos y árboles. Cada barco que fondeaba en la Isla Ascensión llevaba consigo alguna especie de árbol, la plantaba allí y continuaba con su travesía.
Así, año tras año, barco tras barco y árbol tras árbol, pasó el tiempo y lo que en un principio parecía imposible, se comenzó a hacer realidad. Algunas especies estaban consiguiendo subsistir en aquel ambiente y comenzaban a crecer.
Eucaliptus, pinos y otras especies vegetales estaban poblando la cumbre del pico más alto de la Isla de Ascensión. Su presencia allí mejoraba el suelo y con el tiempo, las nubes comenzaron a hacer acto de presencia hasta convertir aquel pico volcánico en una especie de pequeño bosque húmedo.
Han pasado 150 años desde que Darwin comenzara su experimento en la Isla de Ascensión y los resultados hoy son visibles y sorprendentes.
Aquel esfuerzo del naturalista se ha convertido en la primera "terraformación" de un entorno hostil y ha llevado a otros científicos actuales a estudiar su proceso. Científicos como el Doctor Dave Wilkinson de la Universidad de Liverpool que, tras seguir durante años las evoluciones vegetales en la isla de Ascensión, cree encontrar en este experimento de Darwin, algunas de las claves para futuras "terraformaciones". La más próxima: Marte.
Quién sabe... quizá después de tanto tiempo, el bueno de Darwin no sólo nos haya enseñado cómo funciona la vida en la tierra, es posible que también nos ayude a crearla fuera de nuestro planeta.
FuenteSe podría tratar a ver si funciona