Bueno hermanos sangre de dragón aquí les dejo el ultimo capitulo de mi aventura, algo tarde pero aquí esta, espero sea de su agrado y pues pueden dejar su comentario haber que tal les pareció la historia:
"Una semana como vampiro en Skyrim"
Capitulo IV"Una Difícil Curación Final"Jamás pensé que sería una pesadilla regresar a la normalidad y curar esta maldición. Recuerdo que al entrar a la posada de “El Lado del Páramo” a la primera persona que vi fue a Lurbuk, un ogro que a primera vista podría dar la impresión de ser un come niños - en realidad puede asustar- pero si uno le permite entablar una conversación, te puedes dar cuenta que estás hablando con un bardo muy educado o al menos alguien que piensa que es uno, lastimosamente las personas de Morthal por lo general desconfían bastante de cualquiera y por mucho que quieras parecer un extraño amigable podrías serles indiferente, suerte con la que ha corrido este amigo tan fuera de lo común.
Luego de platicar un largo rato con Lurbuk acerca de poesías y cantares, me acerque a Jonna dueña de la posada y hermana de Falion para que me alquilase una habitación, muy amablemente la mujer de tez morena y mirada profunda, muy atentamente me llevo a mi habitación poniéndose a la orden ante cualquier cosa que yo necesitase, le agradecí su amabilidad pidiéndole a Aranea que le entregase una armadura de plata que forje y encante ya hace un tiempo y que no utilizamos. De alguna forma esa armadura – le dije – podrá servirte económicamente ya que el negocio no va muy bien según veo ó podrás usarla para protegerte en estas tierras poco amigables. Seguido de esto dijo gracias con una sonrisa salió de la habitación y cerró la puerta. Arenea cuido de mí toda la noche, mientras viajaba en mis sueños hacia Sovgarde.
Abrí mis ojos, me levante rápidamente no me sentía tan cansado ni tan enfermo como el día anterior, al parecer era de madrugada aun, inmediatamente me dispuse a ir al lugar de reunión en donde vería a Falion. Abrí la puerta rápidamente y note como Jonna, Lurbuk y Benor –Un nórdico que se hospedaba en la posada – me quemaban con sus miradas y en un abrir y cerrar de ojos comenzaron a atacarme y a maldecirme, diciéndome que debía de morir como lo que era: “un hijo abominable de la oscuridad y degeneración”, estaba confundido no entendía que pasaba, les hablaba y trataba de decirles que no pretendía pelear con ellos ni hacerles daño, pero fue en vano.
Solo recuerdo que Arenea me defendió junto con su Atronach de fuego, mientras yo salía de la posada. Estando afuera los guardias de Morthal y demás personas comenzaron a tirarme improperios y flechas, en ese momento comencé a correr en dirección de la casa quemada de Hroggar, escabulléndome entre ella y la maleza, cruce el pantano muy afligido, intentaba llegar hasta donde Falion. Casi salía el sol y mi vista se comenzó a debilitar, pero alcance a ver a Falion casi a lo lejos como una mancha tenue, corrí más fuerte sabía que estaba cerca la cura.
Le hable a Falion pero no resulto como yo esperaba. Aléjate de mí alimaña chupa sangre, no te será tan fácil matarme – grito- yo intente hacerlo entrar en razón pero todo fue en vano, me aleje de él y me escondí en una tumba cercana en el pantano, tratando de pensar en una solución para lo que había pasado. Al poco tiempo Arenea me encontró, menos mal que ella no se puso en mi contra, al parecer en uno de sus libros podría estar la solución a mi problema. “Para calmar y apaciguar la transformación el individuo debe de beber sangre de una persona mientras duerme, para volver a las primeras etapas de la enfermedad “– leyó ella de su libro - . Me pidió que bebiera de su sangre pero no tenía el corazón para hacerlo - además ella es una elfo oscuro, quien sabe a qué sabría su sangre, soy de buen sabor - , así que decidí visitar una cabaña en medio del bosque en donde vivía una anciana junto a su soledad, era lo mejor que podía hacer, resultaría ser rápido y silencioso. Inmediatamente nos pusimos en marcha hacia la cabaña de Anise, al sur oeste de Carrera Blanca.
No fue tan fácil el viaje tuve que caminar entre las sombras evitando cualquier encuentro con la gente, ocasionalmente aparecían trolls, lobos y skeever quienes rápidamente sucumbían al poder de mi martillo.
Finalmente llegue a la cabaña de Anise, muy despacio y sigilosamente entre por su puerta, tal parecía que dormía en un profundo sueño la anciana frágil e indefensa en apariencia; me preparaba a beber de su sangre cuando de repente, me volvió a ver con una expresión de burla casi como esperando mi llegada, en ese instante se paró y sin decir una palabra me ataco con fuertes relámpagos a lo que respondí con una lluvia de fuego mientras Arenea descargaba con su bastón todo su poder ígneo. Ya casi pasado un rato de pelea, la anciana comenzó a debilitarse y aunque parecía una bruja hábil y fuerte su magia comenzó a decaer, fue cuando dejé caer sobre su cuerpo el golpe de mi martillo, mientras tanto dejo ir es sus ultima palabras algo que jamás entenderé, dijo algo sobre que nadie descubriría su secreto, ¿cuál? No sabría explicarlo porque no lo sé, lo único que sé, es que hasta la fecha recibo ataques mientras camino por Skyrim por parte de su hermana, quien manda matones a sueldo para matarme, cosa que me tiene sin cuidado, para ellos será nada más una forma más rápida de acortar su existencia en Nirn. Desanimado por el incidente le dije a Arenea que intentaría una vez más, solo que esta vez iría a los establos en las afueras de Carrera Blanca, el lugar por la madrugada no era muy custodiado.
En cuestión de una hora llegamos, logre entrar a la casa de los dueños del establo, fue fácil y tan rápido que no me costó ni 3 minutos volver al primer estado del vampirismo, ya casi amanecía y no quería perder tiempo para llegar al siguiente amanecer al lugar que Falion suele frecuentar.
Regresamos por el mismo camino por donde venimos, evitando así más contra tiempos y peleas innecesarias. Pasado todo un día de viaje y ya casi finalizando este, esperamos a Falion cerca del lugar de reunión en donde habíamos quedado. Pasaron un par de horas cuando el apareció, al parecer no me relaciono con el vampiro que él había atacado, solo me dijo que me pusiera en medio de un circulo dibujado en el suelo de donde se llevaría a cabo el rito, cerré los ojos, el pronuncio un par de palabras – palabras que no les relatare aquí, ya que son solo para aquellos que sufren de esta enfermedad- . Así fue como después me sentí de nuevo sano y curado finamente, me despedí de él y marche de nuevo con Aranea a otra aventura más en Skyrim.