Bueno aqui les dejo el segundo cap. de
"Una semana como vampiro en Skyrim"
Capitulo II “Transformándome en un vampiro”Al finalizar la recuperación del libro y llevárselo a Urag gro-Shub, me disponía a viajar a Carrera Blanca (Whiterun) a mi hogar a descansar puesto que me sentía muy débil para seguir otra aventura. Llegue a mi casa el mismo día por la madrugada, casi no podía mantenerme en pie, mis ojos se comenzaron a tornar tenuemente rojizos, acompañados de un leve ardor un poco molesto, Aranea me acompaño hasta la habitación por si me desmayaba – Ja!!! Cuando se ha visto que un Nordico se desmaya frente a una mujer – me acosté y deje que Vaermina me llevase a su mundo.
Thurdas 24, 10 a.m. , me levante descansado y recuperado , con un poco de dolor en la piernas, Bahhh!!!! quien sea muerto por un dolor…..Tome mi desayuno y nos dirigimos hacia la fragua de Adrianne Avenicci, vendí un par de martillos, espadas y escudos que había recogido en varias cuevas – nunca viene mal un poco de dinero- de repente sentí un inmenso ardor en la piel cuando me pare junto a la fragua, rápidamente me retire, desconcertado le dije a Aranea que nos dirigiéramos a la capilla de Talos , nos despedimos rápidamente de Adrianne y comenzamos a caminar, cuando de repente me paro un mensajero desconocido para entregarme un carta.
La carta era de un hermano dragón que estaba llevando a cabo una misión en Mzinchaleft y necesita ayuda para para localizar cierta llave que le ayudaría a cumplir el objetivo de su aventura – que hasta la fecha nunca encontró aun no entiendo por qué - rápidamente me puse en marcha hacia las ruinas enanas pasando por alto ir al templo de Talos.
Estando en la ruinas las recorrí todas sin ningún problema, estaba vacío porque anteriormente mi martillo orco ya había reclamado justica en dicho lugar. Mientras caminaba sentía que cada vez que pasaba junto a una caldera mi piel ardía, terminamos de recorrer toda la estructura enana sin ningún problema – el hermano dragón era el del problema- y partimos hacia Riften en busca de Balimund puesto que él me estaba ayudando en ese momento con el arte de la herrería para mejorar mis armas y obtener mejores armaduras.
Llegamos por la noche, por tal razón tuve que alquilar una habitación en una posada, cabe mencionar que para cuando llegamos no percibían mis ojos tanta oscuridad a pesar que ya eran las 11 p.m. todo parecía muy claro, me fui a la cama muy pensativos en si lo que sentía en mi cuerpo mas que una enfermedad era un mejoramiento en mis habilidades como guerrero.
Cuando me levante y fui a buscar a Balimund, el sol me quemaba y la sangre me hervía, me sentía tan incómodo, nada bien, los ojos ya eran rojos como la sangre derramada en un encuentro sangriento, no pude estar mucho tiempo en la fragua, decidí ir al templo de Mara y tomar un poción que cura todo tipo de enfermedades que me fue vendida en la Gamba Empeñada, pero fue en vano ya era muy tarde para retroceder el proceso del vampirismo.
Regrese a la posada muy angustiado y no sabía que hacer, le platique a la dueña de la posada que me sentía mal – una argoniana muy educada y de buen ver
– ella me dijo que un mago llamado Falion que reside en Morthal me podría ayudar con mi problema.
Así fue como emprendí mi viaje a Morthal, llagado de una alta temperatura, ojos rojizos pero con nuevos poderes sobrenaturales y sediento de sangre.