> > Un tipo llega a su casa y le dice a su mujer:
> >
> >
> > Te cuento Julia,
> > que vengo de ver una película porno, y no te imaginas la
> > cantidad
> > de locuras que allí se ven.
> >
> > ¡Cómo así Cucho!... ¡Cuéntame!...
> > No te imaginas cómo se quejan las mujeres cuando hacen
> > el amor...
> > Sabes, yo creo que eso nos falta para ponerle más sazón a
> > nuestro
> > matrimonio.
> > ¿Te gustaría que yo me queje, Cucho?
> > Sería recontra chévere, Julia.
> > ¿Por qué no lo intentas?
> > Y efectivamente, la pareja se dispone a poner en práctica
> > la novedad. Esa noche el hombre empieza a acariciarle los
> > hombros a la mujer y ella le pregunta:
> > ¿Empiezo a quejarme?
> > No, todavía no Julia.
> > Continúa acariciándole la cintura, las piernas y la
> > esposa nuevamente le
> > pregunta: ¿ A hora ya me quejo?
> >
> > Espera un poco más. A los 20 minutos el hombre sube a
> > donde tiene que subir y empieza a hacer lo que tiene que
> > hacer y le dice a su mujer al oído:
> > - A hora Julia, ahora ¡¡¡¡¡comienza a quejarte!!!!!
> >
> > los niños están cada día más insoportables; la plata
> > que me das para el diario no me alcanza; la bebé necesita
> > zapatos nuevos; tu madre llama para joder todos los días;
> > se acabó el gas; tenemos que comprar un refrigerador nuevo;
> > ya no sé qué cocinar!!!!!
> >
> > ¿SIGO QUEJÁNDOME CUCHO?