Dios te salve‚ tabaco sagrado‚
con tu filtro hemos aprendido y fumado;
eres el humo que respiramos‚
la nicotina que nos sustenta‚
el alquitrán que amamos‚
los cancerígenos que no nos defienden‚
el benzopireno que nos consuela.
Tú tienes nuestros pulmones podridos‚
con flema las amígdalas‚
relax majestuoso
soberbios tosigosos‚
apacible cáncer‚
dientes amarillos y costrosos.
Por los aires ondula tu grisáceo humo‚
con la cervecita no falta el golpe‚
chisporrotean al encenderlos‚
surgen los nuevos fumadores.
Díplomat‚
con nuestra lengua armoniosa
pedimos a la Tabacalera Centroamericana que te ampare‚
que abra nuestros pulmones al resplandor de tu humo‚
grabe en él dulce afecto al rojo y al menthol
y nos infunda tu santo amor.
Marlboro‚
tu historia‚
blasón de héroes y mártires‚
reseña tus virtudes y te anhelo;
tu reverencia en mi pulmón quien te consagró la soberanía en mi paladar
y marcas la senda sonrisa
en que al fumarte una vez más me quede hasta sin voz.
Tabaco de la Patria‚
símbolo sagrado del fumador‚
te saludan con un buen cigarro las nuevas generaciones!
Para ti
disfrutarte es nuestra gloria‚
los humos del patriotismo‚
los habanos de los héroes.
Para ti
el respeto de los pueblos
y el gran vergo de amor
que hoy sentimos tus inmortales fieles.
Sigan fumando, y si no fuman, APRENDAN!!!