::: Montogo Quiere.. Motongo Corta :::
Motongo era un negro que tenía mucho dinero y fue a la casa de su novia a pedirle a su madre la mano de su hija.
La señora era algo racista y no estaba de acuerdo con que su hija se casara con un negro, así que en cuanto se enteró del motivo de su visita le dijo a Motongo:
"Mi hija no se casa si su marido no tiene cuatro autos".
Motongo contestó:
"Motongo quiere, Motongo compra".
"Mi hija no se casa si su marido no tiene una mansión".
"Motongo quiere, Motongo compra".
Por último la madre le dijo a Motongo:
"Ella no se casa si su marido no la tiene de dos metros".
Y Motongo le contestó:
"Motongo quiere, Motongo corta".
::Pepito, Pepito, ese no es mi ombliguito ::
Pepito estaba en el colegio y como nadie venía a recogerlo, su profesora le dice: "Si quieres vente para mi casa hasta mañana que vengan por ti", y Pepito dijo que si.
Cuando estaban en la casa y ya se iban a dormir, la profesora notó que Pepito estaba un poco triste y le preguntó que le pasaba, a lo que Pepito respondió:
"Es que siempre antes de irme a acostar yo me acuesto con mi mamá y le meto me dedito en su ombliguito."
Y la profesora no se le pudo resistir a la inocencia de Pepito y accede.
Pasado ya un buen rato, la profesora le dice con ternura: "Pepito, Pepito, ese no es mi ombliguito."
Y Pepito, con una cara de p3nd3j0, responde, "Ya se señorita, y tampoco es mi dedito..."
:: Un Matrinomio Gays::
Un matrimonio de gays decidió que querían tener un hijo. Contrataron a una mujer para que les engendre la criatura. Unieron sus espermas, los mezclaron bien y la mujer fue artificialmente inseminada.
A los nueve meses los llamaron del Hospital para decirles que acababa de nacer un varoncito. Corrieron llenos de alegría al Hospital. Al llegar los llevaron a una sala donde había como treinta bebés todos gritando y llorando, menos uno. Había uno plácido y sonriente. La sorpresa se la llevaron cuando la enfermera les indicó que ese era su bebé.
"Pero que bebé tan bueno, tan alegre!" exclama uno de los maricas.
La enfermera responde:
"Es cierto... ¡pero no vayan a sacarle el chupete del culo porque se pone como loco!"
: De Muela Picada :
Una joven pretende entrar a una discoteca, pero el portero la detiene:
"¡Aquí sólo se puede entrar con disfraz!"
La mujer se va para su casa pensando cómo disfrazarse. En eso, se le ocurre una idea:
"¡Ya está, me voy desnuda y pintada de blanco! Se acabó, un disfraz."
Llega a la disco, la dejan entrar y cuando está allí bailando se le acerca un tipo y le pregunta:
"Oye, tú vienes de fantasma ¿no?"
La tía le lanza con una mirada pícara, levanta una pierna y contesta:
"No, hijo, no. ¡Vengo de muela picada, de muela picada!"
:: Pareces NEgro Pisando ::
Un negro está meando en un servicio publico cuando se acerca un blanco y se pone al lado a mear y sin poder evitarlo mira de reojo y le dice: "Perdóneme, yo no soy maricón ni nada de eso, pero siempre me he preguntado por que los hombres de color como usted teneis la polla tan grande."
El negro le responde: "Muy sencillo, los negros cuando hacemos el amor la metemos hasta el fondo y luego para atrás muy despacito, despacito. Otra vez hasta el fondo y para atrás muy despacito, despacito y así hasta que acabas y eso es lo que hace que los negros tengamos la polla tan grande."
El blanco era todo felicidad por la informacion recibida y decidió, dando las gracias al negro, irse a casa para empezar sin demora alguna el estiramiento de su pene con la ayuda de su mujer.
Al llegar a casa encontró a su mujer en la cocina haciendo la comida.
"Maráa, deja eso y vamos al lío."
"Pero Pepe, que es casi la hora de regreso de los niños y no es momento para..."
No le dio tiempo a terminar, allí mismo la tendió Pepe en el suelo y se la metió hasta el fondo y para atrás muy despacito, despacito. Otra vez hasta el fondo y para atrás despacito, despacito.
María entre jadeos le dice:
"¡Pepe, si pareces un negro Pisando...!"
:: Me voy a Quedar Muda ::
Cierto día, un tipo llega concupiscente a su casa; toma a su mujer por la cintura y, con voz desesperada y cachonda a la vez, le susurra al oído:
"Mi amor, estoy muy excitado y te voy a dar hasta por las orejas".
"¡No, por las orejas no, por favor, me voy a quedar sorda!"
"¿Y cuándo te has quedado muda?"