Un florista va a la peluquería a cortarse el cabello.
Despues del corte cuando va pagar el servicio que acaba de recibir, el peluquero le indica:
"Lo siento, no puedo aceptar dinero de usted, porque la corte me tiene haciendo un servicio comunitario."
El florista muy feliz y agradecido sale de la barbería. La siguiente mañana, cuando el peluquero abre su salón, encuentra una tarjeta de agradecimiento y una docena de rosas esperando en la puerta.
Ese día un policía llega a cortarse el pelo y lo mismo, cuando va pagar, el peluquero le indica que la corte lo tiene haciendo un servicio comunitario y que no puede aceptar dinero de nadie por sus servicios.
El policía sale muy alegre de la peluquería. La siguiente mañana, cuando el peluquero llega a la barbería encuentra un tarjeta de agradeciemiento y una docena de donas.
Al siguiente día, llega un salvadoreño a cortarse el pelo y ciertamente ocurre la misma historia al intentar pagar el servicio, el barbero le indica que debido a que la corte lo tiene haciendo un servicio comunitario no puede aceptar dinero de nadie por cortarle el cabello.
El salvadoreño se va muy feliz de la peluquería. La siguiente mañana, cuando el barbero llega a su salón, qué creen que encontró?
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¡UNA DOCENA DE SALVADOREÑOS ESPERANDO CORTARSE EL PELO DE CHOTO!
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