Un borracho llega a casa y se acuesta en la cama de matrimonio al lado de su esposa. Entonces, dirige la mirada por casualidad a los pies del lecho y dice:
- “Cariño, ¿qué pasa? Veo seis pies de otro lado de la cama...”.
- “No puede ser. Son cuatro. Cuéntalos mejor”.
El hombre se levanta, se pone enfrente a la cama y se pone a contar:
- “Uno, dos, tres y cuatro... Ah, sí, es verdad...”.
Y se acuesta a dormir tranquilo.
CUIDADITOS CON LAS MATEMATICAS.JAAAAAAAAJAAAA