Un hombre muere y va al infierno. Allí descubre que hay un infierno para cada país.
Va primero al infierno Alemán, escucha gritos horribles por todos lados y temeroso pregunta: - ¿Qué te hacen acá?
- Aquí primero te ponen en la silla eléctrica por una hora, luego te acuestan en una cama llena de clavos por otra hora, después te meten en una tina llena de agua hirviendo por dos horas más, seguido de ácido de batería en los ojos durante 30 minutos y el resto del día viene el diablo alemán y te da de latigazos fuertísimos!
Se quedó pensativo, no le gustó para nada, y se fue a ver en qué consistían los otros infiernos.
Tanto en el infierno Estadounidense como en el Ruso hacían lo mismo que en Alemán, solo variaba el horario; lo mismo encontró en el resto de los infiernos de las demás naciones.
Luego, ve que en el Infierno Salvadoreño hay una fila larguísima, llena de gente esperando a entrar, y todo está en calma y en silencio. Intrigado, pregunta al último de la fila:
- ¿Qué es lo que te hacen acá en el infierno Salvadoreño?
- Pues mirá chero, aquí te ponen en una silla eléctrica por una hora, luego en una cama llena de clavos por otra hora, después te meten en una tina llena de agua hirviendo por dos horas mas, seguido de ácido de batería en los ojos durante 30 minutos y el resto del día viene el diablo Salvadoreño y te da de latigazos fuertísimos!
- ¡¡Pero eso es exactamente igual a los otros infiernos!! - replicó el hombre -, y si es igual, ¿Por que aquí hay tanta gente queriendo entrar?
- Ah!!!, mi estimado, es que en el infierno Salvadoreño: nunca hay luz, la silla eléctrica está jodida, los clavos de la cama se los "clavaron" toditos, la tina tiene un pijo de hoyos y nunca viene el agua, la batería se la "güeviaron", y lo mejor de todo, es que el diablo Salvadoreño viene, firma y se va a la mi$$rda!!!! -