Una pareja de recién casados va a pasar la luna de
miel a Egipto.
Allí, mientras pasean por el mercado, oyen a un
vendedor de sandalias que parece escapado de las Mil y
una Noches.
- Bengan, baisanos, bengan a mi humilde diendita, que
aquí bodrán combrar algo fabuloso!!", los incita.
El joven matrimonio entra y allí el vendedor les
muestra un par de sandalias a las que le atribuye un
poder mágico muy apreciado por los recién casados.
- Con ellas, bodrán hacer el amor salvajemente,como
gamellos enfurecidos", les dice.
- La mujer se tienta por el comentario del vendedor,
pero el hombre, atlético y viril, dice que no las
necesita.
- "Bruébalas, baisano, bruébalas, no te arrebentirás",
insiste el vendedor. Como su mujer está cada vez más
interesada, el hombre termina por acceder. Y de
repente... apenas se las ha calzado, una mirada feroz
se dibuja en su rostro... una ansia incontenible...
una furia que su esposa jamás había visto! Veloz como
una fiera en celo, el joven marido aferra al vendedor
Paquistaní por las nalgas, le baja los pantalones y se
arroja sobre él para violarlo.
- "¡¡¡Bará, bará, bará, gabrón!!!" -con lagrimas en
los ojos, grita desesperado el vendedor- ¡Te las
busiste al revés, hijo de buta, te las busiste al
revés!!!!