Un marinero y un pirata se encuentran, y se empiezan a contar sus aventuras en los mares. El marinero nota que el pirata tiene una pierna de palo, un garfio en el lugar en que tenía una mano y un parche en el ojo.
-¿Cómo terminaste con esa pierna de palo?
-Estábamos en una tormenta y una ola me tiró al mar; caí entre los tiburones. Mientras mis compàñeros me rescataban, un tiburón me arrancó la pierna de un mordisco.
-!Uuuy!, -replicó el marinero- ¿Y que te pasó en la mano, por qué
tienes ese garfio?
-Bien... -respondió el pirata- Estábamos abordando un barco enemigo
y mientras luchábamos con los otros marineros, una espada enemiga me
cortó la mano.
-Increíble! -dijo el marinero- ¿Y qué te pasó en el ojo?
-Una paloma que iba volando me cagó en el ojo.
-¿Perdiste el ojo por la caca de la paloma? -, replicó el marinero incrédulamente.
-¡No, imbecil! Era mi primer día con el garfio.