La historia de Wikileaks está cambiando el mundo, y aún mucha gente no se ha enterado. Lo que está sucediendo con Wikileaks es la primera revolución de un pueblo globalizado contra sus gobernantes que está intentando ser aplacada con unos nuevos antidisturbios, los cuales están descubriendo y aplicando nuevas reglas del juego.
Wikileaks es un proyecto de información que intenta desenmascarar las mentiras y actos de los poderosos, para ello su concepción es sencilla, busca obtener la verdad de personas que puedan ofrecer una fuente fiable. Ya sea un insider de la compañía en cuestión de forma anónima, el soldado Manning, que envío los cables robados a través de su Lady Gaga.
A partir de ese punto, te gustará más o menos lo que hacen, te parecerá más o menos hipócrita, criticable o no, pero las cartas están sobre la mesa y la mesa es algo más grande que un país, es Internet, algo que se supone que es libre y neutral… ¿lo es?
Desde que Wikileaks pusiera a disposición pública un volumen de información tan grande y tan fuerte, los medios de comunicación no dejan de dar la noticia del día, descubriendo muchas de las cosas que muchas veces caen en la teoría de la conspiración, pero que a la postre han resultado tener su base. Políticos aceptando cambalaches, actos políticos enmascarando hechos en los juzgados, asesinatos encubiertos en daños colaterales, etc… información tal, que ha obligado al gobierno más poderoso de la tierra a cambiar casi toda su cúpula diplomática mundial.
A partir de ahí, la lucha por Internet comenzó. Wikileaks empezó a sufrir ataques DDOS desde botnes que algunos decía que estaban controladas por el ejército, otros que eran equipos controlados por hackers americanos en contra de ellos y los más que era una guerra sucia de los poderosos comprando botnets a las mafias del malware.
Wikileaks tuvo, a partir de ese momento, que empezar a moverse por el globo terráqueo para intentar seguir activo. Se movieron a servidores por todo el mundo, hasta que aterrizaron en la nube de Amazon. Allí, estuvieron a salvo durante algo menos de 48 horas, tiempo que tardo “alguien” en apretar las clavijas lo suficiente a Amazon como para que los echara a patadas de su nube.
Al mismo tiempo, la presión contra Wikileaks seguía trabajándose por más servicios de Internet. Mientras que Ecuador se ofrecía como refugio, PayPal decidió suspender uno de los flujos de dinero de Wikileaks anulando la cuenta de donación a este proyecto que tenían con ellos. Menos dinero.
La presión para aplacar estar revolución contra el mundo globalizado continuó en la imagen de Julian Assange, su cabeza visible, acusándole de violación de dos mujeres en Suecia y emitiendo una orden a través de la Interpol, para intentar capturarle, ya que le tenían localizado en el sur de Inglaterra. ¿Será verdad, o solo una medida de presión contra su persona?
El acoso a las personas relacionadas con Wikileaks ha sido tan brutal que algunos, como es el caso de Moxie Marlinspike, ha sufrido toda la dureza de la ley de frontera americana que permite a los miembros de seguridad copiar todos los datos en dispositivos electrónicos. Al parecer, esto le sucedió porque su número de teléfono aparecía en la agenda de uno de los colaboradores de Wikileaks, previamente detenido.
Por su parte, Julian Assange, que ha llegado a decir estos días que temía por su vida, ha generado un fichero cifrado con AES 256 con información suficiente, según él, como para que los que intentan acabar con él se lo piensen dos veces. La clave, será distribuida en el caso de que le suceda algo. Al mismo tiempo, ayer mismo dijo que estaba de acuerdo con responder a las preguntas de la Interpol, de forma voluntaria, en Inglaterra, exigiendo ciertas garantías.
Mientras tanto, el acoso al sitio de Wikileaks continuaba. En este caso a dominio de la página, haciendo que tuviera que “huir” a la “nube” del dominio en Suiza. (.ch). Debido a estos actos, desde Pirate Bay, un grupo que se ha mostrado muy activo y partidario de ayudar a Wikileaks, se proponen crear un sistema de DNS basado en redes P2P para evitar los puntos de censura en los servidores centrales de los dominios principales de Internet.
Tras los ataques vía hosting, vía Amazon, vía legislación americana e Interpol, el bloqueo de Paypal y el ataque al nombre del dominio, el último movimiento ha sido bloquearles los pagos de MasterCard, intentando, de esta forma, volver a ahogar un poco más el proyecto.
Estos movimientos, sin embargo, están generando una avalancha de reacciones negativas de la comunidad en Internet, que está reaccionando. Anonymous, la cabeza detrás de la operación Payback, está entre los que se han puesto como objetivo Paypal, Amazon Web Services y EveryDNS.net, organizaciones que ayudaron a empujar un poco a Wikileaks fuera de la nube.
Julian Assange, por su parte, está en el top de la lista Time de gente más importante de este año, y los servidores de Wikileaks se están clonando por todo el mundo a pasos agigantados.
Al mismo tiempo, la información publicada ya está en los medios de comunicación y será imposible evitar que sea analizada y se saquen conclusiones, Wikielaks seguirá vivo, ya sea como una página web, o como un flujo de datos P2P lo intenten evitar o no, y además, se está produciendo un efecto réplica y muchos grupos tienen su propio Wikileaks. El propio proyecto anunció tener datos reveladores sobre un gran banco en Internet, garantizando así la intención de continuar con el proyecto.
De momento, es posible seguir la cuenta de Wikileaks en Twitter
http://twitter.com/wikileaks y enterarse de qué está pasando en cada momento con el proyecto.
Está visto que hay muchos que piensan que la nube es suya, y los que no interesan, porque ensucian la nube, les sobran en su panorama. Este caso de Wikileaks está cambiando el mundo y lo que suceda al final, marcará mucho por donde nos tocará pasar en los próximos años.