Saludos,
Encontré esta entrevista del 2005 al entonces consul en la embajada americana en El Salvador: James Herman.
Copio y pego toda la entrevista y pongo el link:
http://archivo.elsalvador.com/vertice/2005/130305/entrevista.html
James Herman
“Hemos negado visas a gente de mucha plata”
James Herman, como cónsul general de Estados Unidos en El Salvador es consciente de lo que para mucha gente significa tener visa americana de turismo.
Lo sabe por la experiencia que le han dejado más de 120 mil entrevistas en varias naciones.
Esta vez, Herman conversa sobre las benditas visas y el trabajo de sus vicecónsules, que están ahí, detrás de la temible ventanilla de la Embajada Americana, como un poderoso filtro para aprobar o denegar, en menos de cinco minutos, las peticiones.
Antes de empezar con las preguntas, se le solicitó mostrarnos el proceso. Accedió.
Encendió la computadora y llamó a un aspirante.
Llegó una señora, madre y viuda, que dijo tener dos empleos que le daban un buen sueldo cada mes. Al recibir los datos, el sistema, implacable, reveló que a la susodicha ya le habían negado el permiso de viajar.
Herman le preguntó sobre esto. Ella replicó que la negativa —creía— se debía a que tal vez la discriminaron por ser viuda.
Relató que “quería ir a darse una vueltecita por Estados Unidos y que también tenía el seguro de su difunto esposo, un médico”, y se aprestó a presentar documentos.
Herman la detuvo. No le pidió comprobantes y confió en la palabra de la salvadoreña. Mientras, escribía sus comentarios en la página digital. “Looks good”, tecleó.
La señora tenía una sonrisa nerviosa. Frente a ella estaba la persona que la podía hacer feliz... o frustrarla de nuevo.
Los segundos pasaron, gélidos.
Herman seguía escribiendo. Cuando dejó las teclas volvió a ver a la señora y ella se quedó petrificada, sin pestañear.
“Señora, felicidades, va a tener su visa por un año”, dijo el funcionario. Ella respiró hondo y alcanzó a musitar: “¿Y por qué tan poquito tiempo?”.
Le sonreí aunque dije para mí: “No pida más, señora, agradezca que se la dieron”.
Mientras caminábamos hacia su oficina, Herman se volvió y me preguntó: “Y usted, ¿qué dice? ¿Cree que la señora se va a quedar en Estados Unidos o va a regresar?”.
Sorprendido, no supe qué responder. —No sé qué pensar, le dije.
—Va a regresar, estoy seguro —sentenció. Luego, en su oficina, inició la siguiente conversación:
¿Por qué los que vienen a solicitar visa les tienen tanto miedo a ustedes?
Trayectoria
James Herman es poseedor de una
licenciatura en Ciencias Políticas por
la Universidad de Hawai.
Trabajo
Ha tenido cargos consulares en Guatemala, Japón, Italia y China, además de El Salvador. Labora en el Servicio Exterior desde 1991.
Partida
Se marchará a mediados de 2005 hacia Hawai, donde realizará programas de divulgación, investigaciones e impartirá clases.
Ja, ja, ja, creo que es porque (tener visa) es algo muy importante en su vida. Para mucha gente, tener visa americana cambia su vida.
¿Por qué le cambia la vida?
Porque mucha gente, si tiene visa, puede calificar para visas de otros países; pueden encontrar mejor trabajo y porque pueden visitar a su familia en los Estados Unidos.
¿Por qué a algunos les cuesta tanto obtenerla? Escuché a un señor decir que era la tercera vez que lo rechazaban. ¿Por qué? ¿Porque son muy mentirosos, porque no llevan los papeles en orden o porque simplemente tienen mala suerte?
No es suerte. Tenemos más o menos seis vicecónsules que hacen las entrevistas; y chequeamos, de vez en cuando, el nivel de rechazo. Así que cuando toman más o menos el mismo tipo de decisiones, no es suerte.
Si una persona es entrevistada por mí o por otra persona, normalmente la decisión es igual. En muchos casos la gente no entiende que no se trata de suerte sino de cosas de la ley. Y cuando nosotros podemos distinguir que una persona no va a quedarse en los Estados Unidos le otorgamos la visa; si no pueden probar eso, no van a calificar.
¿Cómo lo pueden probar?
Cada caso es distinto, pero normalmente tiene que mostrar que tiene lazos aquí que son más fuertes que los que tiene en Estados Unidos. Por ejemplo, esta persona que he entrevistado (la señora), tiene buen trabajo aquí, no gana tanto pero es suficiente; tiene lazos familiares acá, negocios... para mí es suficiente para mostrar que va a regresar. Muchas personas no ganan mucho y no tienen lazos fuertes, y es muy fácil quedarse en Estados Unidos.
¿Qué tal si esa señora le mintió y realmente no gana eso?
Bueno... como usted vio, no le pedí nada de documentación; para mí, es la persona que tengo enfrente. He hecho más de 120 mil entrevistas y no necesito mucho tiempo para decidir si me está diciendo la verdad. Quizás no soy justo, pero no necesito mucho tiempo.
¿Para eso hay que ser sicólogo?
No, y por eso es importante entender que no es un documento, no es un salario o una cosa específica, es la persona la importante y tienen que probar que van a regresar.
A veces me he preguntado, ¿por qué se la dan a una ancianita que aparenta ser pobre, y a una señora emperifollada se la niegan?
Sabemos que las personas de la tercera edad no se quieren quedar en Estados Unidos, la vida allá es muy dura, no pueden trabajar, hace frío, no tienen amigos allá; pero personas que sí tienen dinero, o no, sí quieren trabajar en Estados Unidos.
Y también, tenemos mucha información en nuestra base de datos que indica si una persona ya se ha quedado allá mucho tiempo, tal vez ha trabajado allá o quizás ha tenido problemas con la ley. Hay muchos ricos aquí que han tenido problemas con la ley en Estados Unidos y no califican ahora para una visa. Muchos de ellos han tenido visa por años y años; ahora nuestras bases de datos tienen mucha información y cuando vienen a renovar la visa, se la revocamos.
¿O sea que no es una garantía haber tenido visa por 20 ó 30 años?
Exactamente. Normalmente, si la mayoría de la gente ha tenido visa por ese tiempo es muy fácil calificar; pero para algunas personas que han tenido problemas con la ley, o que han trabajado, es más difícil.
¿Qué cara le recomendaría poner a un solicitante de visa? ¿de humildad, de tristeza... o de engreimiento?
¡Que siempre nos diga la verdad! Si nos dicen la verdad no se ponen tan nerviosos. La verdad es que la mayoría de la gente no puede calificar para una visa porque no gana suficiente o porque no tiene lazos suficientes.
El estadounidense dice que, en ocasiones, los vicecónsules han sido objeto de intento de soborno para que den una visa. Fotos EDH / Lissette Monterrosa
Nosotros sabemos —según las encuestas— que el 70% de las personas de aquí quisiera vivir en Estados Unidos; pero si nos dice la verdad, podemos decidir con justicia sobre cada persona y podemos aclararle que si su situación no es suficientemente fuerte, que se espere unos años y, cuando gane más dinero, que venga a solicitar una visa.
¿Cómo? Pueden falsificar el documento y decir que ganan 5 mil dólares.
No es tan fácil. Podemos detectar a muchos mentirosos. Ellos (los vicecónsules) entrevistan a mucha gente cada día. Para comenzar, un campesino es un campesino, y cuando lo entrevistamos le hacemos unas preguntas para averiguar si nos dice o no la verdad. Entrevistamos a miles de personas... pero ellos (los aspirantes) tienen una entrevista cada uno o dos años y es difícil porque tienen dos minutos y no saben qué tipo de preguntas vamos a hacerles.
¿Qué porcentaje de solicitudes rechazan?
Más de la mitad.
Entonces, que los mentirosos mejor no vengan.
Sí, mejor que diga la verdad.
¿Pero cómo le van a decir la verdad si lo que algunos quieren es quedarse? No le van a decir “Mire, deme una visa de turista porque quiero quedarme”.
Hay personas que dicen eso. Y entonces es muy fácil: no califican; pero por lo menos era la verdad y le aclaramos que si quiere ir a Estados Unidos para trabajar y vivir tiene que hacer esta o aquella cosa, pero no con este tipo de visa (de turista).
¿Se acuestan tranquilos sabiendo que le negaron la visa a mucha gente que posiblemente no iba a quedarse?
Sí. Eso es difícil. No somos justos el 100% del tiempo. Pero si se trata de una persona que nada más quiere visitar los Estados Unidos, eso no es tan importante en su vida. Si esta vez se la negaron, tal vez la otra califique.
¿No tienen pesadillas cuando se imaginan que a muchas personas, injustamente, se les negó o se les dio la visa?
No es mucha gente. Cada persona es distinta y es triste si estamos equivocados. Los casos más difíciles son los de aquellos que necesitan tratamiento médico en Estados Unidos pero no pueden pagar ni probar que van a regresar. Y sí, es una decisión muy difícil, pero basada en la ley.
¿Tienen un número de visas asignadas para otorgar cada día, o dan las que quieren?
Otorgamos visa a los que califican, no hay un número específico.
Ustedes deben de ser objeto de intención de soborno. ¿Se ven esos casos?
Sí.
¿Les ofrecen poquito o bastante?
Depende, pero normalmente es poquito. Nuestro sistema está diseñado para ser transparente y es muy difícil hacer cosas contra la ley; todo está abierto, si un oficial acepta soborno las otras personas pueden oír, y si un empleado local quisiera hacer algo contra la ley es difícil, porque es un oficial americano el que decide si alguien califica o no para la visa.
Ustedes también pueden llegar a ser objeto de venganzas. Porque más de algún “rechazado” va a estar esperándolos afuera para, por lo menos, quebrarle el vidrio del
Los oficiales son profesionales. A los solicitantes los tratamos con dignidad y respeto. He estado aquí unos dos años y nunca he tenido problemas con personas que amenacen a los vicecónsules, aunque en otros países sí he oído eso.
Muchos de los que piden visa y piensan quedarse tienen un buen repertorio de mentiritas.
¿Cuáles son las más increíbles que usted ha escuchado?
Una muy común es cuando les preguntamos sobre los parientes en Estados Unidos. Cuando alguien dice que no tiene familiares allá es extraño para nosotros, porque cada persona acá conoce a alguien allá. También, mucha gente miente sobre sus salarios y normalmente es fácil detectar esas mentiras porque sabemos qué tipo de documentos tienen que portar para probar esto.
¿Y la mentira más rara que ha escuchado? Como que alguien le diga que el Presidente de Estados Unidos lo invitó y necesita la visa...
En algunos casos dicen que hay personas importantes allá que quieren verlos. Las personas tienen que entender que lo que es importante, en la mayoría de los casos, es su situación acá.
Si el presidente quiere verlos, eso no es tan importante. La mentira más extraña... hubo un caso en Guatemala donde la persona llegó y ya había solicitado visa y se le había denegado, cuando le preguntamos sobre esto dijo que nunca había pedido visa; le mostramos los papeles y dijo que no se trataba de ella sino que esa vez ella estaba en el bus y le habían robado el pasaporte y la solicitud, y que quizás esa persona (el supuesto ladrón) había llegado a la embajada.
... Y tampoco se la dieron.
No se la dimos. Nuestros archivos son buenos. Mucha gente no dice la verdad sobre solicitudes anteriores, pero usted ha visto que tenemos todos los archivos en nuestro sistema.
¿No les duele rechazar a alguna gente?
Sí. Yo he rechazado a personas que si no pueden ir a Estados Unidos a un tratamiento médico van a morir.
¿Y por qué los ha rechazado?
Porque tienen que probar que pueden pagar; si no pueden probar eso no les podemos dar la visa. Es triste. La verdad es que por cada persona que no califica para la visa me siento mal. Porque yo sé que si quieren ir allá, aunque sea para trabajar, es para mejorar su vida y es triste cuando no les puedo ayudar a hacer eso.
¿Hay días en que ustedes vienen más benevolentes o, caso contrario, de malas pulgas y no se la dan a mucha gente?
Eso es un problema. Tiene razón. Como dirigente de esta sección, si una persona viene de mal humor quizás va a negar más visas, pero ellos son profesionales y saben muy bien que si vienen de mal humor es mejor que ese día no hagan entrevistas. Y seguramente ha ocurrido algún día, pero es muy raro.
¿Cuál es el peor error que puede cometer con ustedes alguien que viene a solicitar visa?
Mentir.
Aparte de mentir.
Un problema grande es que si califican, normalmente les otorgamos la visa por 10 años; y cuando entran a Estados Unidos, normalmente Migración dice que pueden quedarse seis meses, y las personas piensan que se pueden quedar seis meses; pero si se quedan ese tiempo y solicitan de nuevo una visa, nosotros normalmente se la vamos a negar.
Porque si usted tiene trabajo aquí ¿se puede quedar en Estados Unidos seis meses? Sí es legal, pero cuando regresa es más difícil calificar.
A menos que sea un millonario.
Sí, hay algunos salvadoreños que tienen casas allá y se pueden ir a vivir seis meses. Podemos entender eso porque tienen plata o son jubilados.
¿Le cuesta lo mismo venir a sacar la visa a Martín Pérez que a Bobby Murray? ¿Tiene que pasar Roberto Murray Meza, por citar un caso de un empresario exitoso, por la misma entrevista con la posibilidad que lo rechacen?
Sí. Cada persona tiene que dar sus huellas digitales. Hemos revocado y negamos algunas visas de personas que tienen mucha plata y mucho poder en este país.
¿Y no los amenazan diciendo que conocen al presidente o que son amigos de Bush y que le van a decir que lo regañe?
Normalmente no. Cuando tenemos que hacer eso le aclaramos a la persona lo que está pasando, y ellos saben que no tomamos esa decisión con mala intención o por capricho.
¿Quiénes son los mejores para mentir con tal de conseguir una visa? ¿Los viejitos, las viejitas, los muchachos o las señoras?
No es un tipo de persona, pero sí está claro que algunos de ellos son buenos (para mentir).
¿En qué nota que alguien le está mintiendo? ¿Mira si se le mueven las orejas?
No, depende de la persona, porque la persona que está frente a mí no es la misma del documento. Hay personas que dicen que son dueñas de negocios pero se nota que es campesino.
Para algunas personas ustedes son ángeles, para otras son demonios. ¿Usted cómo prefiere que lo consideren?
Como profesional, porque trabajamos bajo la ley de los Estados Unidos, y si podemos ayudar a la gente lo haremos, si no, vamos a aclararle por qué.
¿Y se ha encontrado alguna vez en la calle a alguna persona que le haya rechazado la visa?
Sí.
¿Y qué le dice esa persona?
Algunos me han preguntado por qué los he rechazado, creo que la mayoría de la gente no entiende la ley y quieren saber por qué. Si puedo, me tomo el tiempo para aclararlo.