Que se prohíban el día que Brasil deje de presentar mujeres chulonas en sus carnavales, da lástima que ahora salgan moralistas por todos lados y se quieran aprovechar a cualquier idea de turno. Otra señora de Cardenal salió diciendo que dejen de pasar un programa que le enseñan a los jóvenes a protegerse del SIDA, y si tanto promueven las libertades (de mercado, culto y todas las demás) no es de estar en contra de estas, si no que se tiene que educar desde el hogar, no leyendo Biblias a diestra y siniestra siendo un estado laico, que si quieren leerlas entonces no hay problema, pero se tienen que leer La Torá, El Nuevo Testamento, El Corán y la Tripitaka como mínimo para ser justos con todas las religiones. Y ahora esto, estos son temas de doble moral, si quieren cambiar esto que para muchos como yo vemos esto como parte cultural y sin objeto de sexualidad, entonces prohíban el Internet, el marca y gana que día a día le quita sus fichas a los salvadoreños; prohíban el perreo (una cosa sin sentido, obsceno y más desmoralizador que leer el propio Kamazutra), las telenovelas que hacen mas tontos e imbéciles a quien las mira y toda aquella basura que vemos en los diferentes medios que hacen en otros países que inundan la gran cultura nuestra y a todos nos pongan una venda y nos saquen los ojos y nos digan que decir y que hacer. Y esta señora Vanda Piñato que lleve a la Secretaría de Cultura o de Educación del Brasil una propuesta para tapar a las mujeres que salen desnudas y casi haciendo o proponiendo movimientos propios de las relaciones sexuales en los carnavales de su país, eso si me parece inmoral y degradante para la mujer, también prohíban los trajes de baño y las mujeres pueden andar cubiertas como en los países musulmanes retrogradas en los que pasan aguantando como si fueran animalitos y comen de las sobras que deja el esposo y luego de los hijos varones. Ahhhh!!!!!!!! esta doble moral, ya nos tiene hasta la coronilla. Mañana seguro aparece un asesino de la guerra, un pastor, un cura u otra moralista proponiendo la idea de turno, ya sea leer biblias, despotricando contra anuncios destinados para que los jóvenes utilicen el condón o tapar a las niñas de los desfiles a las que van a ver sus compañeros y sus familiares.