En el Scotiabank hace unos días deposité $20.00 para mantener viva una cuenta que casi no uso. Al momento del depósito como nunca ando la contraseña entregué el DUI y se supone que todo lo habían hecho correctamente. Confiado y descuidado firme el comprobante y me retire sin verificar los datos... al cabo de un rato mientas hacía fila en otro banco, me dio por revisar el comprobante, curiosamente el depósito se lo habían hecho a ACES
sin dudarlo realicé la transacción que tenía que hacer y me regresé al Scotiabank. Eficientemente, se disculparon, y la gerente le dio marcha atrás a la operación errónea.
Igualmente, hace un par de años 2002/2003 cuando trabajaba para una asociación de radios comerciales
y coexistían los dólares con los extintos colones... resulta que a un mensajero eventual, le dieron su cheque por ¢865.00 colones o una cantidad similar. Éste a su vez mandó a la hija a que se lo cambiara. Lo crítico es que la cajera le pagó el asumiendo que eran dólares... error garrafal. La hija del mensajero calladita o ignorante del error se fue con su pisto a la casa. Al final la cajera angustiada llamó a las oficinas al día siguiente, para ver como enmendaba el error. Pero el mensajero como persona honrada ya le había informado a su superior de la situación, por lo que el dinero estaba disponible para devolvérselo a la pobre cajera.
En ambos casos, interviene el factor de que nadie es perfecto, pero estar pendiente de lo que sucede al momento de ir al banco, y sobre todo la honestidad debería de predominar. Para el caso, como dice hkadejo, el dinero no aparece de la nada, y si no se de donde proviene mejor ni lo toco. Así digan en el banco que es de mi propiedad.
Esa lógica, de el banco nunca pierde no aplica al caso... si bien no son monedita de oro, la mayoría estamos de acuerdo que el problema aquí es una situación de conciencia.