Aunque a muchos no les guste la biblia tiene una historia que podría salvarnos de los mareros, se la historia de la Reina Ester y la festividad de Purim
Poco tiempo después de la muerte de Kóresh, Ajashverosh ascendió al trono de Persia. La historia del gran peligro que casi trajo a los judíos y el milagro que los salvó es relatada en Meguilat Ester.
El rey Ajashverosh dio un banquete para la aristocracia de todo su reino que se prolongó 180 días. Ordenó entonces un segundo festín, esta vez para los residentes de Shushán, que duraría siete días. Quería tentar a los judíos a participar en las festividades y beber vino prohibido, comer alimentos prohibidos y cometer otros pecados. Entonces, pensó, su Di-s ya no los protegería y él podría hacer con ellos tal como le plazca. Nuestros Sabios explican que muchos judíos asistieron a su banquete y sucumbieron a la tentación. El rey nombró a Hamán como su primer ministro, y aquel notorio amalequita promulgó un decreto de que todo hombre, mujer y niño judío debía ser asesinado.
Purim es la palabra hebrea para “suertes”. El malvado Hamán echó suertes para decidir la fecha en que exterminaría a todos los judíos. La fecha que eligió fue el día trece del mes judío de adar.
No obstante, Dí-s había ya puesto en movimiento la secuencia de eventos que desbaratarían los planes de Hamán. Antes de que se promulgara el malvado decreto de Hamán contra los judíos, la reina Vashtí fue ejecutada y Ester fue elegida como la nueva soberana. Era la sobrina de Mordejái, quien se convirtió más tarde en miembro de la Anshéi Knéset Ha-Guedolá (los Hombres de la Gran Asamblea). Mordejái y Ester eran mensajeros de la Providencia Divina. Impulsaron a sus hermanos judíos a ayunar, rezar y hacer teshuvá (arrepentimiento)de todo corazón. La Reina Ester no le había revelado previamente a Ajashverosh su condición de judía. Preparó un banquete para él y Hamán, en el que le rogó a Ajashverosh la abolición del decreto contra su pueblo. Cuando el rey le preguntó quién había tramado destruir a su pueblo, ella señaló a Hamán. Ajashverosh ordenó que Hamán fuera colgado, pero no podía abolir el decreto porque según la ley persa un rey no podía anular un decreto sellado con su anillo. En su lugar, dio permiso para que los judíos se defendieran militarmente. Así hicieron y ganaron una entusiasta victoria sobre sus enemigos. Aquellos días críticos se transformaron “de angustia en regocijo y de duelo en fiesta”.
La única forma de vencer a los mareros es que el pueblo se arme y tome la justicia por sus manos, es la única salida!!!! LOS DIPUTADOS DEBEN LEGISLAR PARA PERMITIR QUE EL PUEBLO SE DEFIENDA POR SU CUENTA, alguien sabe si la constitución dice algo al respecto???