Bueno, que se le va a hacer. Asi viven la vida muchos Cristianos (no todos claro), domingos golpes de pecho, saltos y albanzas, y en la semana vuelven a ser lo que en realidad son... gente que se deja llevar por sus paciones.
En fin, pobre de la mujer, porque ahora como le esconde la cara al esposo, jope, eso lastimosamente es divorcio seguro, y lo mismo para el pastor, si es que era casado.